¿Cómo puedes cambiar tu estado de ánimo, para pasar de la dulce pereza de las vacaciones a un estado de productividad y eficiencia? No te resultará muy difícil si tienes en cuenta los siguientes consejos:
• Comienza bien tu día. Duerma al menos 8 horas la noche anterior. Despiértate con una sonrisa en la cara y deshazte de tu acogedor pijama lo antes posible. Sentirás un cambio de actitud con el atuendo adecuado para el trabajo. Tome un buen desayuno para asegurarse de tener energía para trabajar durante las próximas 4 a 5 horas. La falta de desayuno provoca automáticamente una pérdida de energía y la pérdida de la capacidad de concentrarse en las tareas.
• Piso. Incluso la noche anterior podrás planificar tu primer día de trabajo. Definitivamente dormirás mejor si sabes cómo atacar el día siguiente temprano en la mañana. Puedes mantener un diario o un teléfono junto a tu cama en caso de que recuerdes algo importante.
• No te pierdas los descansos. No te prives de un minuto para relajarte un poco. Los especialistas afirman que cada persona tiene la capacidad de trabajar eficazmente 6 horas al día. Después de vacaciones se reduce a la mitad. El resto del tiempo, planifica, revisa los planes previos a las vacaciones, limpia la oficina, haz networking y disfruta de descansos en los que puedas realizar breves paseos para despejar la mente.
• Hará redes sociales. No todos los empleadores permiten el acceso a correos electrónicos personales o cuentas de Facebook, Instagram, LinkedIn, Flickr o Twitter durante el horario laboral. Seríamos absurdos si pensáramos que tampoco lo haríamos. Es importante revisarlas al menos 3 veces al día y no dejar las ventanas del sitio abiertas para llamar nuestra atención.
• no te apresures. Tiene mucho tiempo para asumir las tareas del siguiente período. En lugar de sumergirse de lleno en la multitud de documentos, correos electrónicos no leídos e información que vale la pena considerar, priorícelos y tómelos uno por uno, en orden de urgencia e importancia. No pasará nada si no respondes a todas las solicitudes el primer día. Es preferible una respuesta bien pensada y razonada a una de complacencia, incluso si llega inmediatamente el primer día de trabajo.
• No te excedas con el café. Se sabe que el efecto del café dura hasta 2 horas. Es posible que ahora pueda recomponerse, pero tenga cuidado con el efecto de deshidratación que acompaña a cada taza de café que bebe. Asegúrese de beber suficiente agua para una función cerebral óptima
¡Éxito!
El primer día laborable después de las vacaciones puede sentirse como un reto. Para muchos, es un día de reajuste, donde la mente aún está en modo de descanso, pero las responsabilidades vuelven a tomar protagonismo. Aquí tienes algunos consejos para hacer la transición más fácil:
- Organiza tu espacio: Dedica unos minutos a ordenar tu escritorio o área de trabajo. Un espacio limpio y organizado puede ayudarte a sentirte más preparado para afrontar el día.
- Haz una lista de tareas: Prioriza las tareas más importantes. Establecer un plan claro te ayudará a evitar sentirte abrumado.
- No te presiones demasiado: Es normal no estar al 100% en el primer día de vuelta. Tómate tu tiempo para retomar el ritmo.
- Tómate descansos: Permítete pequeños descansos durante el día para despejar la mente y evitar el agotamiento.
- Mantén una actitud positiva: Recuerda que, aunque el regreso pueda ser difícil, también es una oportunidad para volver a conectar con tus metas y proyectos.